miércoles, 26 de mayo de 2010

De Las doce horas de la noche, por: WILLIAM ASHBLESS

Se agitan en los lugares más viejos y oscuros del mundo,
como marineros que, otrora fuertes y de ojos vivaces, al
ver su barco a punto de hundirse, no pudieron admitir la
ruina y la necesidad de huir, y en vez de ello siguieron a
bordo de su amado precio hasta hundirse en las tinieblas;
mas no para ahogarse en ellas, sino para continuar
eternamente cuidando de sus velas, yendo de un abismo a
otro entre simas de negrura, buscando sin esperanza cómo
llegar a la costa; y que ahora, en su lento y desesperado
viaje, han acabado perdiento todo desea de luz, de aire o
de compañia que aún aliente... A partir de ahora buscarán
los abismos más hondos, los que más lejos se encuentren
del sol que han olvidad en la noche...

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